20/04/2021
Es el segundo tipo de cáncer de piel en frecuencia, después del basocelular.
A diferencia del carcinoma basocelular, pueden profudicr metástasis, por lo que es más peligroso. Se da mayormente en hombres por encima de los 55 años de edad. Más frecuente en personas de piel clara.
Aparece como una lesión cutánea dura que infiltra la piel, con aspecto de verruga o úlcera. En muchas ocasiones, aparece como un volcán, con una costra negruzca y oscura, que si se quita produce un pequeño sangrado...
La lesión previa más frecuente es la queratosis actínica o solar, que son como manchas rojitas con escamas gruesas adheridas, se trata de una lesión premaligna que evoluciona a carcinoma epidermoide en el 5% de los casos.
Otra lesión premaligna que nos podemos encontrar con cierta facilidad es el queratoacantoma, lo diferenciaremos porque tiene una fase de crecimiento rápido de 6 semanas, seguida de una fase de involución durante los siguientes 6 meses, pero puede evolucionar a un carcinoma epidermoide en el 5-10% de los casos.
Los factores de riesgo más importantes son: radiación UV, como exposición solar, cabinas de bronceado; exposiciones químicas que incluyen algunos pesticidas, alquitrán, gasoil, queroseno, etc; las infecciones víricas como puede ser el virus del papiloma humano, el virus herpes simple; la radioterapia; algunas úlceras que se originan en heridas crónicas (úlceras de Marjolin); inmunosupresión en trasplantes y en Sida... pero sin duda el factor más importante y previsible es la exposición a radiación UV, por eso suelen aparecer en zonas expuestas al sol, sobre todo en la cara: nariz y mejillas, labios, sobre todo el inferior (aún hay más riesgo de este cáncer de labio en fumadores) pabellones auriculares, cuero cabelludo, dorso de las manos, etc.
El tratamiento ideal en este tipo de tumor es la cirugía, sobre todo si se diagnostica a tiempo y se pueden tomar márgenes limpios. A parte, se pueden dar tratamientos complementarios como Radioterapia, fármacos tópicos, etc. Se deberá además estudiar el ganglio centinela mediante biopsia selectiva ante la posibilidad de dar metástasis y estaría indicada la linfadenectomía regional si fuera positivo.
Tras esta explicación, y sin intención de alarma, debemos tomar conciencia de la importancia de protegerse del sol y de consultar ante alguna lesión sospechosa, especialmente cualquier úlcera o costra que no desaparece en unos meses, o una tumoración dura que crece, sangra, cambia… el tiempo es vital y cuanto antes se diagnostique mejor tratamiento podremos ofreceros.